SOBREPESCA: EL FIN DE LA LINEA
El mundo debería replantearse la manera en que se está midiendo el crecimiento económico. Durante mucho tiempo las prioridades de desarrollo se han centrado en lo que la humanidad puede extraer de los ecosistemas, sin pensar demasiado sobre como afecta esto la base biológica de nuestras vidas. En general, los intentos por impulsar el desarrollo humano y para detener la degradación del medio oceánico, no han sido eficaces durante la pasada década. Los escasos recursos, la falta de voluntad política y los continuos modelos derrochadores de producción y de consumo han frustrado los esfuerzos de poner en ejecución el desarrollo oceánico sostenible, o el desarrollo equilibrado entre las necesidades económicas y sociales de la población, y la capacidad de los recursos oceánicos y de los ecosistemas para resolver necesidades presentes y
futuras.
El primer gran documental del mundo sobre los devastadores efectos de la sobrepesca
Debemos dejar de pensar que nuestros océanos son una factoría de producción de comida y darnos cuenta de que son enormes y complejos ecosistemas marinos. Debemos actuar ahora para proteger el mar de la sobrepesca desenfrenada, para asegurarnos de que haya peces en el mar para nuestros nietos y bisnietos. (Charles Clover, autor del libro "El fin de la línea".
• La sobrepesca es el gran desastre ambiental sobre el que la gente no ha oído hablar. Una reciente conferencia mundial sobre las poblaciones de atún rojo no tuvo prácticamente ninguna repercusión en los medios de comunicación de los Estados Unidos. Esperamos que ésta película realmente haga saltar las alarmas. Podemos resolver este problema empezando ahora mismo. (George Duffield, productor del film "El fin de la línea").
• Boris Worm, de la Universidad de Dalhousie (Canadá), afirma que la pesca industrial ha acabado en sólo cincuenta años con el 90% de los grandes peces, que sólo queda en los océanos terrestres el 10% de los atunes, tiburones, bacalaos, fletanes, meros y peces espada (Worm B. et al, 2005).
• Daniel Pauly relata que los subsidios globales a la pesca ascienden entre 30.000 y 34.000 millones de dólares al año. Estas ingentes ayudas han contribuido a producir una flota pesquera mundial que es un 250 por ciento mayor de la que se necesita para una pesca sostenible (Pauly D., et al. 2005, 2008).
• Marcos Sommer describe que la Pesca de Arrastre de Fondo es el método de pesca industrial menos selectivo que se practica aún en estos tiempos, destruyendo los fondos y las comunidades bentónicas (Sommer M., 2005, 2010).
• "El fin de la línea" es la primera gran película documental que muestra el impacto de la sobrepesca sobre nuestros océanos, tuvo su premier mundial en el Festival de Cine de Sundance en la Competencia de Cine Documental Mundial (Sommer M., 2009). El festival de Sundance se celebró en Park City, Utah (2009).
• La captura mundial de peces en los océanos alcanzó su pico en 1989 y comenzó a declinar desde entonces. A comienzos de los años 90, varios científicos informaron que 13 de los 17 mayores bancos de pesca del mundo estaban agotados o en franca disminución. Un ejemplo típico es el de los Grandes Bancos situados fuera de la costa de Newfoundland, en el Atlántico norte. Allí, luego de 350 años de explotación comercial, el abadejo, el bacalao y la platija casi desaparecieron, y la pesquería fue oficialmente cerrada hace algunos años (Worm B. et al, 2006).
• Más de mil millones de personas dependen del pescado como fuente de proteína animal, y 150 millones de empleos se originan en la pesca (FAO, 2005).
• Más del 75% de las 14.650 especies de peces marinos habitan las aguas costeras, pero sólo se consume un porcentaje pequeño (Sommer M., 2009).
En la película, vemos los efectos del amor mundial por el pescado como alimento. La película examina la inminente extinción del atún rojo provocada por el aumento de la demanda de sushi en Occidente; el impacto sobre la vida marina ocasiona una gran sobrepoblación de medusas, y las profundas implicaciones de un mundo futuro sin peces que podría causar hambrunas masivas (Sommer M., 2009), que no es sólo la necesidad de comer sino que, como lo definen los técnicos en alimentación y salud, es la "privación continua de alimento suficiente que impide llevar una vida sana" (Fig.1). Según los datos del Consejo Mundial de la Alimentación, de los 6000 millones de habitantes que tiene el planeta; cada año mueren, por causas relacionadas con el hambre, entre 40 y 70 millones; de éstos 15 millones son niños; lo que significa que cada día mueren por hambre 40 mil niños (FAO 2003).
En el esfuerzo que la humanidad tiene que desarrollar para producir alimento, el océano, que ocupa cerca del 75 por ciento de la superficie de la tierra, ofrece grandes posibilidades, ya que en él se desarrolla un gran número de seres vivos.
Los avances tecnológicos rápidos y los aumentos significativos en la población humana durante el último siglo han dado lugar a un aumento extensivo de la explotación global de las industrias pesqueras marinas, es decir ha aumentado la capacidad de pesca de las embarcaciones individuales (Sommer M., 2007). Los radares permiten a los barcos pescar en la niebla y en la oscuridad; los sonares ubican a los peces con precisión, y los satélites de posicionamiento geográfico localizan sitios productivos de modo que los buques pueden volver a ellos. Actualmente los buques pueden arrastrar por el agua redes de nylon de varios kilómetros de largo y realizar capturas de hasta 400 toneladas de peces (Fig. 2). El 40 por ciento de lo que pescan es "desecho" y se devuelve al océano. Solo en el noreste del Atlántico, la pesca colateral asciende a 3,7 millones de toneladas por año (Pauly D. et al., 2005).
Según la FAO (2005), alrededor del 50 por ciento de los recursos de la pesca marítima de todo el mundo está completamente explotada, el 25 por ciento está sometido a explotación excesiva y alrededor del restante 25 por ciento podría resistir porcentajes de explotación más elevados. A pesar de la alerta, la tendencia hacia el aumento de la pesca excesiva, observada a principio de 1970, todavía no se ha invertido.
A comienzo de los años 90, se sabia que 13 de los 17 mayores bancos de pesca del mundo estaban agotados o en franca disminución .
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